Agua, cambio climático y su impacto en la SAN

El agua es importante, tanto para el consumo humano, como para las actividades agroindustriales que se relacionan con la producción y disponibilidad de alimentos en el mundo.  Es imprescindible crear consciencia sobre el agua porque sin ella la vida no es posible.

Juan Roberto Mendoza, coordinador de Monitoreo y Evaluación de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional -SESAN-, comenta: “Podríamos pasar sin comer muchos días y nuestro cuerpo sobreviviría a través de las reservas de nutrientes, pero no podríamos vivir sin agua.  Este líquido es vital para mantener no solo la vida de los seres humanos sino de todos los seres vivos del planeta y para la producción de alimentos que consumimos”.

Respecto al agua y como se vincula con el cambio climático, expone: “Los gases de efecto invernadero, dióxido de carbono, metano, ácido nítrico y los fluorocarbonos, tienen la función de mantener una temperatura adecuada para que haya vida en el planeta, la actividad humana ha contribuido a que estos gases se incrementen y en consecuencia la temperatura ha aumentado 0.8 grados Celsius desde 1800.  Las actividades que aumentan los gases de efecto invernadero son: el uso de derivados del petróleo (combustibles de automóviles, autobuses, aviones e industriales, que aumentan el dióxido de carbono en un 80%), la agricultura, ganadería, la quema de leña para cocinar alimentos y los incendios forestales.  Si no se hace nada para controlar las emisiones para el 2050 la temperatura podría aumentar hasta 1.5 grados Celsius”.

“El agua del planeta está disminuyendo, debe hacerse un uso más eficiente de este recurso vital, tanto el que usamos para consumo propio como el utilizado en las actividades agroindustriales (que se ha sextuplicado), necesitamos mejorar la actividad agrícola, tecnificándola y haciéndola más eficiente utilizando sistemas de riego.  Si pensamos en los pequeños agricultores de Guatemala, ellos no tienen acceso a tecnología y a sistemas de riego, dependen de la lluvia que cae en la temporada de invierno, si hay sequía causada por la canícula prolongada los agricultores podrían perder una buena parte o un total de sus cultivos”, comenta Mendoza sobre el agua y la SAN.

“Guatemala es considerado un país vulnerable al cambio climático, hemos tenido sequía en siete de los últimos ocho años transcurridos, no estamos preparados aún para sus efectos y esto se encuentra vinculado con el comportamiento de los casos de desnutrición aguda en niñas y niños menores de cinco años, ya que el efecto final de la inseguridad alimentaria y nutricional es el incremento de estos casos” puntualiza.

Sobre las acciones que lleva a cabo la SESAN, Mendoza explica: “El Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación -MAGA- coordina una mesa técnica de monitoreo de cultivos donde participa SESAN, instituciones de Gobierno y cooperación internacional, que analiza el clima, el comportamiento de los precios de maíz y frijol a nivel de productor, consumidor y mayorista.  SESAN coordina también el diagnóstico de seguridad alimentaria y nutricional, donde se estudia la situación de SAN de población vulnerable (principalmente de los pequeños agricultores) por medio de ello se elabora un informe que se presenta al Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (CONASAN).  Se encuentra en proceso de elaboración un Plan de Resiliencia para anticiparnos a lo que podría ocurrir en el siguiente año, se incluyen intervenciones del MAGA a través del Programa de Agricultura Familiar para el Fortalecimiento de la Economía Campesina -PAFFEC-“.

Continúa Mendoza: “La Gran Cruzada Nacional por la Nutrición prioriza el tema de agua y saneamiento, importante para la agricultura y para la salud.  Es importante tener acceso a agua segura para el consumo, si las personas consumen agua contaminada aumentan el riesgo de enfermedades diarreicas agudas y crónicas, esto no les permite aprovechar los nutrientes contenidos en los alimentos”.

Sobre el cuidado del agua en nuestro hogar, Juan Roberto Mendoza considera que lo esencial es no desperdiciarla, no dejar el grifo abierto al cepillarnos los dientes, cerrar la regadera cuando nos bañamos, desechar correctamente los materiales tóxicos, no tirar basura en la calle porque eventualmente llegará a los ríos, aguas y mares.  Recomienda también usar productos ecológicos que no contaminen el ambiente (ya que la contaminación contribuye a disminuir el agua dulce, disponible para el consumo humano).  Estas pequeñas acciones sumarán a la preservación del agua y de la vida, debemos ser conscientes y crear consciencia sobre el hecho que el agua, que muchas veces desperdiciamos, la necesitan otras familias.