Recomendaciones para disfrutar las tradiciones culinarias de la época

En esta época de celebraciones la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional -SESAN- comparte con la población las diez reglas de oro para la preparación higiénica de los alimentos de la Organización Mundial de la Salud -OMS-, para disfrutar de las tradiciones culinarias de nuestro país sin preocupaciones.

El Nutricionista, Juan Roberto Mendoza, de la dirección de Planificación, Monitoreo  y Evaluación de SESAN, explica que al consumir alimentos  que no se prepararon higiénicamente se corre el riesgo de padecer enfermedades debido a que los alimentos pueden estar contaminados por parásitos o virus lo que ocasiona infección alimentaria, provocando diarrea, cólicos estomacales, vómito y en consecuencia deshidratación, que de no tratarse adecuadamente, en niños puede provocar la muerte.

El consumo de alimentos contaminados produce intoxicación alimentaria debido a que los microbios o parásitos producen toxinas que hacen que las personas se enfermen.

Por lo anterior la OMS brinda recomendaciones para reducir el riesgo de padecer enfermedades asociadas a la alimentación, sobre todo en estas fechas que la familia se reúne para disfrutar de diversos platillos y compartir tiempo juntos.

La higiene en los alimentos es vital, por lo que se debe desinfectar bien frutas, hortalizas y verduras y si se consume leche ésta debe ser pasteurizada en vez de cruda. Las carnes ya sea frescas o congeladas deben lavarse y almacenarse bien para evitar contaminación.

Los alimentos deben cocinarse adecuadamente para eliminar los microbios y bacterias que puedan tener, se recomienda una temperatura de al menos a 70º C para que la cocción sea efectiva. En el caso de carnes congeladas deben descongelarse completamente antes de cocinarlos y la forma adecuada es trasladarlos del congelador al refrigerador para no perder la cadena de frío y propiciar la contaminación.

En la medida de lo posible debemos comer los alimentos recién cocinados, ya que cuando se enfrían a temperatura ambiente por mucho tiempo los microbios empiezan a proliferar, cuanto más se espera, mayor es el riesgo. Si se preparan con anticipación, deben almacenarse adecuadamente para evitar la contaminación del medio ambiente, se recomienda que se guarden en condiciones de calor a una temperatura cercana o por encima de 60º C o de frío cerca o por debajo de 10º C.

Al momento de recalentar los alimentos los microbios que puedan haber proliferado durante el almacenamiento correcto, que retrasa la proliferación microbiana pero no destruye los gérmenes, implica que todas las partes del alimento alcancen al menos una temperatura de 70º C.

Al cocinar debemos evitar el contacto entre alimentos cocinados y crudos, ya que pueden contaminarse. Por lo que no debemos mezclar alimentos crudos y cocidos, ni utilizar utensilios de cocina que hayan estado en contacto con alimentos crudos en alimentos cocidos, de lo contrario podrían reaparecer todos los posibles riesgos de proliferación microbiana y de enfermedad que había antes de cocinar el alimento.

Es vital el lavado correcto de manos antes de empezar a preparar los alimentos y después de cualquier interrupción, en particular si se hace para cambiar al niño de pañal o para ir al sanitario.  Si se han preparado alimentos crudos, como pescado, carne o pollo, habrá que lavarse de nuevo antes de manipular otros productos alimenticios. En caso de heridas en las manos, habrá que vendarlas o recubrirlas antes de entrar en contacto con alimentos. No hay que olvidar que ciertos animales de compañía como perros, pájaros y tortugas albergan a menudo agentes patógenos peligrosos que pueden pasar a las manos de las personas y de éstas a los alimentos.

Como los alimentos se contaminan fácilmente, es necesario mantener perfectamente limpias todas las superficies utilizadas para prepararlos, sin olvidar que cualquier desperdicio, migaja o mancha puede acumular gérmenes. Los paños para limpiar o secar platos o utensilios se deben cambiar cada día y hervir antes de volver a usarlos.

Se deben guardar los alimentos en recipientes bien cerrados para evitar que sean contaminados por insectos, roedores y otros animales ya que suelen transportar microorganismos perjudiciales que originan enfermedades alimentarias.

Finalmente el agua pura es tan importante para preparar los alimentos como para beber, si el agua no es potable es mejor hervirla antes de añadirla a los alimentos o de transformarla en hielo para bebidas. Se debe tener especial cuidado con el agua utilizada para preparar la comida de los lactantes.

La Organización Mundial de la Salud estima que las enfermedades causadas por alimentos contaminados constituyen uno de los problemas sanitarios más difundidos en el mundo de hoy.