Avanzan gestiones para la medición final del impacto de las intervenciones de la GCNN

La titular de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Presidencia (SESAN), Lizett Guzmán, sostuvo una reunión con representantes de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), con la finalidad de coordinar y gestionar apoyo que permita realizar una medición final del impacto que han tenido las intervenciones de la Gran Cruzada Nacional por la Nutrición (GCNN).

Este estudio comenzará en agosto, los resultados estarán finalizados en febrero de 2024 y permitirá evaluar los resultados de la GCNN. “Sería la primera administración de gobierno que tendría un examen final. Consideramos que es estratégico tener estos resultados para la nueva administración”, enfatizó Guzmán.

Durante la reunión, la funcionaria explicó que la Secretaría no puede ser “juez y parte” en esta medición, por lo que será el Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá (INCAP), quien la elaborará.

Dicha entidad ya tuvo a su cargo la línea base de la GCNN, que se hizo con el propósito de contar con información precisa, oportuna, confiable y representativa de los resultados para la planificación, seguimiento y evaluación de las intervenciones que se orientan a mejorar el estado de salud y nutrición de las mujeres en edad fértil y niños y niñas menores de cinco años.

Un hallazgo relevante del primer estudio es que el 55.3 por ciento de los niños y niñas reciben Nutriniños (alimento complementario fortificado) el cual contribuye a mejorar su alimentación y nutrición. Además, esto permitió establecer una hoja de ruta que da seguimiento a 42 metas físicas dirigidas a madres y niñas.

La GCNN es la estrategia que busca unir a todos los sectores del país: gubernamental (central y municipal), de la empresa privada, las organizaciones no gubernamentales, de cooperación internacional, académico, religioso y sociedad civil con la finalidad de mejorar la nutrición de las familias guatemaltecas, con énfasis en las más pobres y marginadas del país, aplicando un enfoque integral para responder a la multicausalidad del problema.

Basa su ejecución en cinco líneas de acción: Salud y nutrición; disponibilidad y acceso a una alimentación saludable; protección social; agua segura, saneamiento e higiene; y comunicación para el cambio social y de comportamiento.