CONASAN aprueba el Plan de la Lucha contra la Malnutrición 2025-2028
El Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (CONASAN), aprobó en una reunión extraordinaria, el Plan de la Lucha Contra la Malnutrición 2025-2028 (PLCM), un instrumento estratégico que busca abordar todas las formas de malnutrición bajo un esquema integral.
El nuevo plan incorpora cinco sistemas integrales sostenibles para la nutrición: sistema de salud; sistema de agua, saneamiento e higiene; sistema de protección social; sistema agroalimentario y sistema de nutrición. Estos abordan todas las formas de malnutrición, incluyendo la desnutrición crónica, la desnutrición aguda, el déficit de micronutrientes, el sobrepeso y la obesidad. Además, reconoce la necesidad de actuar en cada etapa del ciclo de vida, con especial énfasis en los grupos en mayor situación de vulnerabilidad, como la niñez y las mujeres en edad fértil.
El PLCM 2025-2028 se vincula directamente con la Política Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (POLSAN 2022-2037) y con la Política General de Gobierno 2024-2028, asegurando coherencia y sostenibilidad de las intervenciones a largo plazo.
Para lograrlo, el plan establece una priorización territorial basada en evidencia, de la siguiente manera:
- Acciones regulares
- 132 municipios para acciones regulares de prevención de la desnutrición crónica.
- 98 municipios para acciones enfocadas en la prevención del sobrepeso y la obesidad.
- Acciones anticipatorias
- 160 municipios dentro del Corredor Seco Ampliado.
- Acciones de emergencia
- Las cuales son lideradas por la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres y se ejecutan según cada evento.
El PLCM cuenta con un sistema de indicadores para medir sus resultados en el mediano plazo. Incluye ocho indicadores de impacto, dieciséis de resultado, ocho de proceso y 110 metas físicas anuales, que permitirán el monitoreo de avances de manera periódica.
Además, el plan se sustenta en la coordinación interinstitucional, con la participación de al menos 27 entidades públicas que han aportado al diseño y serán responsables de la ejecución, bajo la coordinación técnica de la SESAN y la supervisión del CONASAN.
Sumado a ello, incluye una hoja de ruta con el fin de asegurar que la lucha contra la malnutrición no se limite a esfuerzos aislados o temporales, sino que se convierta en un proceso continuo y sostenible que impacte directamente en la salud, la educación y el bienestar de las comunidades.
La articulación con programas sociales, la educación alimentaria y nutricional, la suplementación con micronutrientes, la promoción de la lactancia materna, la producción agrícola sensible a la nutrición y la asistencia alimentaria en situaciones de emergencia forman parte de los sistemas que integran el plan.
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