Mano a Mano: así se construye un futuro más saludable a través de la comunicación para el cambio social y de comportamiento
Son las 5 de la mañana y el sol apenas empieza a despuntar sobre Los Cuchumatanes en Huehuetenango. Adriana Maldonado se prepara para un día más de trabajo en San Gaspar Ixchil, Huehuetenango, ya que como gestora de la Estrategia de Comunicación para el Cambio Social y de Comportamiento (CCSyC) de la iniciativa del Gobierno de Guatemala, Mano a Mano, su tarea es vital para asegurar que las diversas acciones que esta implica se traduzcan en cambios permanentes en las comunidades.
La iniciativa Mano a Mano tiene como objetivo combatir la pobreza multidimensional y la malnutrición y esto implica acciones interinstitucionales que se implementen de manera coordinada durante un período de tiempo sostenido. Es decir, que no sean solo eventuales ni en solitario.
En el caso de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SESAN) de la Presidencia de la República, tiene dos funciones a cargo: la gobernanza y desarrollar acciones de Comunicación para el Cambio Social y de Comportamiento (CCSyC). Lo primero tiene que ver con diversos procesos de participación interinstitucional, comunitaria y local en la toma de decisiones conjuntas, mientras que lo segundo busca promover prácticas positivas, especialmente de cara a las acciones interinstitucionales.
Por ejemplo: en los hogares donde se instalan ecofiltros, es importante que las personas no solo aprendan a utilizarlo, si no también porqué es crucial consumir agua segura como mecanismo de prevención de enfermedades gastrointestinales.
Esto aplica para el fomento general de buenos hábitos alimenticios, el uso de estufas mejoradas y promover prácticas que fortalezcan la seguridad alimentaria y nutricional (SAN).
La primera parada: una familia que transforma su hogar
En esta ocasión, el primer destino de Adriana es una aldea en las afueras de San Gaspar Ixchil. Tras una hora de viaje por caminos de terracería desde la cabecera municipal, llega al hogar de una familia beneficiada con tres intervenciones directas de la iniciativa Mano a Mano: estufa mejorada, piso de concreto y filtro para purificar el agua. La familia ya cuenta con estos recursos, pero sabe que es fundamental que conozcan cómo usarlos correctamente y, más importante aún, que adopten hábitos saludables que los protejan de la malnutrición y las enfermedades.
Bajo el calor del sol y entre el bullicio de los niños y niñas que juegan en el patio, Adriana inicia su charla. Con un tono amigable pero firme, les explica la importancia de cocinar en una estufa mejorada, que no solo reduce el consumo de leña, sino también mejora la calidad del aire dentro del hogar.
El filtro para purificar el agua, les asegura, garantizará que el agua que consumen esté libre de bacterias que causan enfermedades gastrointestinales. Y el piso de concreto no es solo una comodidad, es una barrera contra parásitos y otras amenazas a la salud.
La familia escucha atentamente y al finalizar, agradecen la dedicación de Adriana. “Nos han dado estas cosas, pero ahora sabemos cómo cuidarlas y usarlas bien”, comenta la madre de la familia.
Un taller en la comunidad: Mujeres Liderando el Cambio
Tras la jornada, Adriana regresa a su oficina para realizar los informes correspondientes, pero su jornada no termina allí ya que por la tarde realiza los preparativos para más talleres. Al siguiente día, se prepara para otra visita, esta vez a la comunidad de Los Arenales. Aquí, un grupo de mujeres espera ansiosamente su llegada. Son madres de familia, lideresas en sus hogares y en sus comunidades y hoy participarán en una serie de capacitaciones sobre buenas prácticas de salud y nutrición.
Cuando Adriana llega, las saluda con una sonrisa y comienza la primera actividad: el taller sobre el lavado de manos. Para algunos, podría parecer una acción sencilla, pero en comunidades donde el acceso a agua potable es limitado, el lavado de manos es una de las prácticas más efectivas para prevenir enfermedades. Adriana demuestra paso a paso cómo lavar correctamente las manos, y las mujeres, siguiendo su ejemplo, se turnan para practicar.
Luego, pasa a la segunda parte del taller, enfocada en el uso de filtros para purificar el agua. Adriana recalca que, aunque tengan acceso a agua, es vital purificarla antes de consumirla para evitar enfermedades como la diarrea, que es especialmente peligrosa en niños pequeños. Las madres escuchan con atención y comparten sus propias experiencias. “Antes, mis hijos se enfermaban mucho, pero ahora que usamos estos filtros, están mucho más sanos”, comenta una de ellas.
Finalmente, Adriana aborda el tema de la alimentación. Explica la importancia de consumir frutas, vegetales y proteínas para garantizar un crecimiento saludable en los niños. Utiliza ejemplos prácticos y sencillos para que las madres puedan replicar estos consejos en sus propios hogares. Al finalizar, las mujeres le agradecen.
Adriana cierra su jornada con satisfacción, pero su trabajo no se detiene ya que hace los preparativos para visitar próximamente Chacpantzé, la cual se convertirá en el modelo de la iniciativa Mano a Mano. Allí, como en cada lugar al que va, seguirá brindando su conocimiento, su tiempo y su esfuerzo para asegurar que las familias no solo reciban beneficios, sino que también sepan cómo utilizarlos de la mejor manera posible.
El camino que sigue es largo y lleno de desafíos, pero Adriana está convencida de que cada taller, cada charla y cada visita contribuye a cambiar vidas. Porque para ella, la clave del éxito no está solo en la entrega de recursos, sino en el poder de la educación y la comunicación para transformar hábitos y asegurar un futuro más saludable para todos.