Relato sobre cómo avanza el Registro Social de Hogares en San Juan Atitán

Desde las primeras luces del día, un tenue resplandor dorado cubría las montañas de San Juan Atitán, Huehuetenango. El aire fresco de la región, impregnado con el aroma de pinos y tierra húmeda, despertaba a la comunidad mientras el equipo de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SESAN) de la Presidencia de la República y del Ministerio de Desarrollo Social se reunían en la plaza central para salir a censar a comunidades de dicho municipio como parte del Registro Social de Hogares.

Karina Prado, monitora de campo de la SESAN para la región, lideró al grupo en una breve reunión, donde se discutían las tareas del día y se ultimaban los detalles logísticos para la jornada de trabajo.

La misión del equipo era clara: continuar con la recolección de datos para el Registro Social de Hogares (RSH), un proyecto esencial en la estrategia de protección social del país que permitirá hacer transparentes las acciones del gobierno en favor de las personas que más lo necesitan.

“Hoy, trabajamos mano a mano con el MIDES y es crucial hacerlo de manera exhaustiva y precisa”, explicó Karina. Su voz firme reflejaba la importancia de la tarea. 

Esta es una colaboración sin precedentes en San Juan Atitán, no solo por la participación de la SESAN y del MIDES, sino también porque se logró coordinar estrechamente con el alcalde del municipio y su concejo municipal. El respaldo de las autoridades locales es testimonio del compromiso compartido para mejorar las condiciones de vida de las familias en la región.

Conforme avanzó la jornada, al mediodía, el sol brillaba intensamente sobre las colinas. Durante un breve receso, los recopiladores de datos aprovecharon la pausa para interactuar con los habitantes de la comunidad de manera más relajada. 

Aprovechando el tiempo de descanso, en una pequeña cancha, los miembros del equipo se unieron a los niños locales en un partido de fútbol, riendo y compartiendo un momento de esparcimiento. Mientras tanto, otros aprovecharon la ocasión para conversar con los líderes locales, intercambiando experiencias y discutiendo los desafíos que enfrentan las familias en San Juan Atitán.

Con el ocaso del primer día, el cansancio era evidente en los rostros de los miembros del equipo, pero también lo era la satisfacción de haber cumplido con su deber. Al retirarse para descansar, sabían que al día siguiente les esperaba otra jornada igual de intensa.

Día 2

El segundo día comenzó temprano, partiendo desde el centro del municipio hacia las aldeas más alejadas, armados con tabletas y otras herramientas, el equipo se dispersó por las calles de la comunidad, cubriendo cada rincón de las estructuras habitadas. La recolección de datos es un proceso meticuloso que exige paciencia y precisión. 

La aldea Cojtón fue uno de los destinos elegidos. 

La travesía de una hora por caminos de terracería fue un recordatorio del aislamiento y las dificultades que enfrentan muchas comunidades en esta región. Al llegar a la aldea, el equipo fue recibido por miembros del Consejo Comunitario de Desarrollo (Cocode), quienes desempeñaron un papel clave en la coordinación del proyecto. 

Los líderes de la comunidad no solo guiaron al equipo por la aldea, sino que también ayudaron con la traducción al idioma Mam, predominante en la zona. Esta colaboración fue esencial para asegurar que todas las familias comprendieran claramente el propósito de la recolección de datos y se sintieran cómodas participando.

En el curso de la mañana, el equipo visitó hogares, entrevistó a las familias y documentó información clave sobre su situación socioeconómica. Estos datos permitirán al gobierno, a través del MIDES, planificar mejor las medidas de protección social, asegurándose de que los recursos lleguen a quienes más los necesitan.

Durante las horas que siguieron, el equipo caminó kilómetros por senderos estrechos, entre montañas y campos de cultivo, para llegar a los hogares más distantes. En cada parada, se repetía el proceso de recolección de datos con la ayuda de los traductores del Cocode. La dedicación del equipo y la hospitalidad de las familias hicieron que la tarea, aunque agotadora, fuera también gratificante.

Al final del día, mientras el sol se ocultaba tras las montañas, el equipo del RSH se retiró sabiendo que su trabajo apenas comenzaba. La proyección en San Juan Atitán era ambiciosa: llegar a más de 9 mil estructuras habitadas, identificando a las familias que más necesitan apoyo. El esfuerzo conjunto de la SESAN, MIDES, autoridades locales y la comunidad, dará frutos para construir un futuro más justo y próspero para las familias locales.

Juntos, Guatemala sale adelante, un hogar a la vez, un paso más hacia un país más equitativo y solidario.