15 mitos y realidades sobre la lactancia materna
La lactancia materna es importante para el desarrollo del bebé y la recuperación postparto de la madre, pero a pesar de lo esencial que es aún hay muchos mitos alrededor de ella por eso es importante conocerlos y romper la cadena de desinformación.
Le invitamos a conocer algunos mitos y realidades sobre la lactancia materna que fueron documentados por la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF):
Mito 1: Las mamás no tienen suficiente cantidad de leche para amamantar a su bebé
Realidad: El pecho produce la cantidad de leche en función de lo que pide el bebé, siempre y cuando el número de tomas sea adecuado y la postura de succión correcta.
Mito 2: La madre no debe consumir alimentos como ajo, cebolla o picante mientras da pecho porque se altera su sabor.
Realidad: Los cambios en el sabor de la leche, según los alimentos ingeridos por la madre, favorecerán a que el bebé acepte los nuevos sabores cuando se introduzca la alimentación complementaria.
Mito 3: La madre debe dar siempre de los dos pechos en cada toma.
Realidad: El primer pecho se debe vaciar bien antes de ofrecer el otro, para que el bebé obtenga la leche más rica en nutrientes, que sale al final. Algunos bebés solo toman un pecho en cada toma.
Mito 4: Dar lactancia deforma el pecho.
Realidad: El principal cambio del pecho se produce durante el embarazo, independientemente si la madre da pecho o no. En todas las mujeres el seno va cambiando en función de la edad, la grasa corporal y factores genéticos, aunque no den de amamantar.
Mito 5: Durante la lactancia las mamás tienen que beber y comer más de lo habitual.
Realidad: Es recomendable que la madre siga una dieta variada, equilibrada y nutritiva, y que beba líquido según lo requiera su cuerpo.
Mito 6: Si la mamá consume alimentos que producen gases como frijoles, coliflor, guisantes, garbanzos, etcétera, el bebé, al succionar la leche, también producirá gases.
Realidad: Los alimentos que consume la madre no producen gases en el bebé.
Mito 7: La madre debe organizar un horario para dar el pecho, de lo contrario está realizando una mala crianza.
Realidad: Es preferible alimentar al bebé dependiendo de su demanda nutritiva, sin un horario fijo. De esta manera decide cuándo quiere comer.
Mito 8: Si una madre no puede dar leche, puede heredar esa condición a su(s) hija(s).
Realidad: Lo que determina la cantidad de leche que se produce, a no ser que exista un problema médico, es la frecuencia con la que se alimenta al bebé. Cuanto más se le dé el pecho, más leche se producirá. No existe un factor hereditario que condicione la lactancia.
Mito 9: Si tiene el pecho pequeño producirá poca leche.
Realidad: Las mamas están compuestas de tejido glandular (donde se produce la leche), tejido graso y tejido conectivo de soporte. El tamaño de la mama depende más de la cantidad de grasa, que del tejido glandular, por lo que sí podrá dar leche al bebé sin problema alguno.
Mito 10: Los sustos, disgustos o problemas pueden “cortar” la leche.
Realidad: De forma transitoria, en situaciones de estrés elevado, se puede dificultar la salida de la leche. En estos casos hay que poner al bebé al pecho con frecuencia, para vaciar bien el pecho y evitar que la retención de leche termine disminuyendo la producción.
Mito 11: Es normal que dar el pecho duela.
Realidad: Al inicio de la lactancia, hasta que se consigue una adecuada adaptación y una correcta succión, puede ser molesto. Posteriormente, si existe dolor, significa que hay algún problema (infección, mal agarre, etcétera).
Mito 12: Si el niño quiere comer frecuentemente, la madre se puede quedar sin leche.
Realidad: Existen episodios de mayor demanda de leche por parte del bebé que se denominan “baches de lactancia”. También en ocasiones el bebé hace más tomas por sed.
Mito 13 Si a la madre le realizan una cirugía con anestesia. Debe suspender la lactancia.
Realidad: La mayoría de los anestésicos actuales son de eliminación muy rápida y permiten dar el pecho tan pronto como la madre esté despierta y se encuentre en condiciones.
Mito 14: Amamantar a gemelos o mellizos con lactancia materna exclusiva no es posible.
Realidad: Si es posible dar el pecho a gemelos pero se necesita más ayuda. Cuando la lactancia está bien establecida se puede dar a los dos bebés a la vez. Las demandas de cada bebé pueden ser distintas.
Mito 15: La madre debe lavarse el pecho antes y después de cada toma.
Realidad: Es suficiente la ducha diaria con agua y el jabón habitual y lavarse las manos en cada toma. El lavado excesivo del pezón elimina los aceites protectores naturales, favoreciendo la aparición de grietas e hinchazón.
La importancia de la lactancia materna, tanto exclusiva como continuada, es esencial para que el bebé tenga un correcto desarrollo. Romper toda cadena de desinformación es necesaria a fin de que esta práctica sea habitual, por su importancia en la Seguridad Alimentaria y Nutricional.